¿Quién quiere a la Solitaria?

¿Quién te quiere a ti,

Solitaria?

Te mojas las mejillas mientras bailas

La canción que te recuerda.

No te mientas más,

Eres sólo tú la que se daña.

Se te empañan los ojos

Y se nublan tras las pestañas,

No bebas más, es suficiente

La gente sabe ya que has sufrido.

Si no estuvieras tan cegada

Verías que al que amas

Ya se cansó de guiarte,

Y pájaro en el cielo

Es dificil atraparte.

Si hubieses comprendido

No tendrías que llorarle

Pero lo hecho, hecho está,

Eres tú la que se retuerce.

Olvida, Solitaria,

Pues si te quisieron una vez,

Aun fallando,

Habrá otro algún día que lo intente.

¿Quién te quiere entonces, Solitaria?

Elegida.

Esta es la elegida vida 

Las manos frías

Y el corazón cálido.

Sin sonrisas fingidas

Con verdadero llanto.

Esta es la inhóspita realidad

En la que adentramos

A golpes,

A pedazos.

Y luego nos quejamos

Porque nos dañamos.

Rotos y mal pegados

Soportamos más peso

Que al estar intactos.

Máquinas de mala fabricación

Y mala calidad de vida.

Pero esta es la elegida,

Inhóspita y perdida.

No hay nada falso en mis heridas

Ni mis rasguños son menores que los tuyos.

Guerras de hombres.

Soluciones de muerte.

Al final, la luz nos lleva todos por el túnel.

Nosotros tan sólo elegimos

Cómo disfrutar del viaje.

El cielo.

Quítame la vida, pero no las alas.

Mátame.

Pero si me matas,

Que quede claro por qué lo hiciste.

No me dejes aquí,

Llorando entre mi incertidumbre.

Quiero llegar más allá de las nubes,

Rozar las puertas del cielo con los dedos

Pero no ser bienvenida.

Espero que me quede vida para quererte

Más allá de la vida o la muerte.

Más allá de dolor de no tenerte

O de la angustia de amarte.

No soy nada sin tu apoyo

No soy nada sin ti.

No te vayas nunca más.

No me vuelvas a asustar de este modo,

Que queda mucha vida por delante

Y poco vigor para volver a enfrentarme.

Vamos a ser nuevos y fuertes,

Vamos a luchar por el cielo,

Vamos a ganarnos la llave,

Aun nos queda mucho tiempo.

Los hombres buenos hacen también cosas malas.

Hazme súbdita de las estrellas.

Abrázame, y hazme.

Esculpe en mis heridas,

Descubre la flor de mi boca

Y riégala.

Créceme, hazme.

Como si no me hubiese nunca

Dañado el miedo.

Como si fuese la única 

Que te encajase.

Mírame. Hazme.

Se las luces en mi mente.

La cálida vela de la piel.

Acércate a quemarte.

A herirte.

A hacerte suplicarme

Y arrodillarte

Ante lo que tú mismo 

Hiciste.