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jueves, 25 de junio de 2015

La pena del escritor romántico.

De ser escritora
Tan sólo hay una cosa que odie:
Que da igual lo mal que lo estés pasando,
Lo mucho que estés llorando,
O lo cansada que estés.
Lo único que importa es que cojas
todos esos sentimientos
y los dejes plasmados en palabras.

Lo malo de las palabras
es que no curan.
Las palabras no son medicina
Aunque se diga que sí lo son para el alma.
Se dice también que la música 
ayuda a sentirte mejor,
Pero todos al estar tristes
escuchamos baladas.

La poesía es una guerra.
Es una guerra contigo mismo.
Es la guerra entre ser feliz,
O escribir bien.
La poesía no existe.
Tan sólo existe lo que te haga sentir.
No tiene sentido
sino puedes mirarte en las letras
y verte, como se vio quien las escribió.

Y yo creí
que para mis 17 
todo se habría solucionado.
Creí que sabría quién soy
o qué quiero.
Creí que por mucho que se 
que el amor del cine es mentira
yo sentiría algún día ese amor,
y que lo sabría apreciar.
Creí que mis decisiones serían correctas.
Que por muchos golpes,
saldría victoriosa y sin temor alguno.
Creí que sería más fácil vivir.

Es tan hermoso
eso de la vida
cuando tiene tantas bajadas y subidas.

Pero yo estoy aquí
siendo la escritora de los sueños
que luego viajan en las lágrimas
que empapan la almohada.
Estoy aquí
sin saber quién soy
Sin encontrarme, viendo que me perdí.
Que miro atrás
y veo que he cambiado mucho
quizá demasiado,
quizá debí quedarme en otro lado,
en otro momento.
Y sí, estoy aquí
sin saber qué hacer de ahora en adelante.
Sin saber si elegirme a mi
o elegir cambiarme.
No se si quererme
no se si habrá algo que quede
más allá de las puertas de la razón
que me hagan sentir a gusto 
conmigo misma.
No se si de verdad me lo merezco
o si merezco más.

Y lo más triste de todo
es que no se solucionará con palabras.
Que no voy a curarme
pero sí voy a hacerme escuchar.

Esa es la condena del poeta:
¿Escribir o curar? ¿Llorar, o sanar?

Mentirme a mi misma
diciendo haberlo solucionado
para seguir viviendo
con versos en el paladar.

De nuevo

Lo peor es que resultó derepente.
Sin previo aviso.
Lo peor es que ninguno quiso.
Que ninguno lo aceptó.


Y de no querer,
A para siempre.
De no pensarte ni un segundo,
A no dejar de remorderme.

Y casi sin poder
Nos quedamos de la mano atados
Como esclavos
De un eterno mañana
Que no se cumplirá ni en nuestra vejez.

Y yo me quedado sin saber
Sin atender a las llamadas
O sin corresponder.
Ya no se qué hacer sin tus palabras
Y no supe si quiera quererte.
No pude entenderte nunca
Y creo que no lo intenté 
Con suficiente fuerza.

Y flaqueo.
FLAQUEO.
Y me cuesta respirar de no haber aire.
De no tener espacio en mi mente.
Me cuesta levantarme si no es a verte.
Y ojalá estuvieras aquí para ayudarme
Para verme y mejorarme
Para acompañarme
Pues el camino es largo
Y yo,
Yo estoy melancólica.

miércoles, 24 de junio de 2015

Cuando no deben.

De tanto creer que no habría otro igual,
Imposible de mejorar,
Imposible de reemplazar,
Deben de haberse pasado las oportunidades
Como se pasó el tiempo.
Siempre pasan cosas que no deben
Cuando no deben pasar.

lunes, 22 de junio de 2015

Yo Quiero.

Quiero.
Y claro que quiero.
Por supuesto que quiero.

Quiero ser más grande,
Quiero ser más fuerte
Quiero, y no puedo.
Y quiero mirarme y agradecerme.
No agradecerte.
Yo soy yo y tú eres tan sólo alguien.
Yo soy quien quiere.
Y tú no has de obligarme.

Yo Quiero.
Y sí.
Por supuesto que quiero.
Y lo digo aquí y lo digo siempre.
A mi no me mientas con para siempres.

Yo soy la que decide.
Yo soy la que manda.
Y tú.
Tú a tu guerra, hojalata.
Yo ya soy suficientemente sensata.

Yo y sólo yo.
Narcisa.
Que sí.
Que me quiero.
Yo quiero.
Y bien por mí que así lo hago.

¿Vas a hundirme a mi, soldado?

martes, 16 de junio de 2015

"Siempre buscas encajar."

Ojalá
Pudiese ser 
Algo más allá
De lo que ves.

Ojalá pudiese ser más.

Ojalá.



Pero es cierto
Que no me sale 
Ir sola en la vida
Porque temo estar sola.
Porque temo quedarme sola
Para siempre.
Porque se que cuando hablo,
Cuando ven quién hay debajo
Me cuesta más sujetarlos
A mi lado.

Y me he dado cuenta
Que por muy triste que sea
Me he olvidado de la dignidad
Para no pasar más tiempo sola.
Ya he estado suficiente tiempo sola.

Así que sí.
Por más que al final resurjo
Cuando me encuentro segura,
Hasta entonces
Me tragaré mis palabras
No vaya a ser
Que sean al final 
Mi única compañía.

Mente cerrada.

No tienes ni idea
De lo que la vida se trata
Se encaja y se desbasta.
No sabes cómo se monta
O cómo se destruye.
No tienes ni idea de nada.

Y ahora soy yo 
La que se ha colgado
Por los sueños por los que está dispuesta a morir.
Y tú, ahora, y siempre
Has sido tan sólo
El que se mantiene a salvo arropado por tus ideas anticuadas.

Ven a decirme a mi que me calle
O que me sumerja en la marea.

Ven a mirarme y escupirme
Porque eso es lo que haces siempre.

Tienes miedo.
Y tienes una mente tan cerrada
Que ni tú mismo puedes salir de ella.

jueves, 11 de junio de 2015

El Ramiro nos cambia a todos.

Se trasluce en nuestra cara, que las venas se entrecruzan de forma distinta.
Se muerden la lengua y se acaloran las discusiones.
Todos nos hacemos mayores, nos confundimos, nos encontramos.
Probablemente llegamos sin saber si quiera quién fuimos.
Nos pintamos las manos en señal de bandera blanca, y aun así nos encontramos enzarzados en las peleas que dejamos atrás.
Nuestra propia estela se queda en el horizonte, que sobrepasamos mucho antes de lo que nos quisimos acordar.

Somos de esos que soñamos con el para siempre.
De los que tenemos palabras que decir más allá de nuestra mente.
Seremos de los que recuerden, puesto que nos forjamos en las nubes de la incertidumbre.
Ni eternos ni valientes, no te equivoques.
Somos aún unos niños asustados del futuro y tratamos de ser fuertes.
No valemos aun para la vida, y no niegues tu inseguridad fría que recorre la espina de gotas de sudor mientras estudias.
Quizá te preguntas, intentando no lastimarte, quién serás más allá del presente, quién será quien se mire al espejo ciego y vea más allá de lo corriente.

No hay verdades ni casualidades en la vida.
No hay historias más importantes, de tal forma que no debemos minar nuestra moral al ver que nos despertamos siendo quienes no quisimos años antes.

Nosotros elegimos.
Cierto es que no somos los dueños del destino, pero sí controlamos más allá de nuestras manos.
Somos capaces de encontrarnos de frente y no morir de miedo, somos humanos.
No ganaremos solos nuestras guerras ni seremos siempre amados, no habrá una vida heróica para todos, pero la realidad es que no la necesitamos.

Yo, orgullosa del trabajo llevado a cabo estos años, me veo totalmente distinta de cómo empezamos.

Nos ha pillado la tormenta y todos algún día sabremos de lo que hablamos.
Todos nos hemos helado tras las ventanas que dejan ver cuál parece ser el futuro,
Pero hemos ganado, digan lo que digan, hemos ganado.

Y sí, claro que somos aun insensatos, 
Niños asustados.
Pero seremos quienes queramos ser, pues más allá de la cabeza enredada en pensamientos ilusos, hay unas ideas bien forjadas que nos llevarán algún día a ser el orgullo que sabemos que somos hoy para nosotros mismos, y para el mundo.

martes, 2 de junio de 2015

No tengáis miedo.

Hay inmensidades mayores que el universo
Y están en la mente del ser humano.
Hay avismos y llanuras infinitas
Y hay muertes más dolorosas que el ahogamiento.
Hay adioses en el cerebro
Que destruyen más que cualquier bomba.
Hay eternidades más lejanas
A medida que te adentras en la memoria.

Ojalá supiese escribir
Tan oscuro como en la profundidad de mi océano.
Ojalá os pudiese mostrar
Lo tenebroso más allá de lo conocido.

No tengáis miedo.

lunes, 1 de junio de 2015

Paz eterna de laguna.

La razón intermitente
Adyacente
Como si se sumiese
En la paz eterna de laguna.
Se ve lejano horizonte
Pues ven los ojos mal
El futuro no es acercarse.
Acercarse es soñar.
Fantaséame.
Muéstrame las heridas
Que tan frías se diluyen
Entre todos los rasguños 
De mi piel maldita.
Para decirte adiós
Te digo que no olvido
Me ha enternecido siempre
Eso de que no fuese amor.