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martes, 23 de agosto de 2016

Respirar.

Respirar, respirar
Debajo del mar.
Llevarme lejos las olas
A la cascada mortal.
Allí, donde el agua termina
Y comienza la paz.
Quieres llevarme con tus sirenas
A cantar en soledad.
Quieres que muera de pena
Pero yo sólo puedo respirar.
Respirar.

jueves, 18 de agosto de 2016

Querida mía

Querida indecisa, tremenda y anhelante:

Por más que las luces se apaguen
Y parezca que nunca más se encenderán
Hay un paraíso perdido en tu mente
Al que sólo se llega en la oscuridad.
Quiero que no te importe el orgullo,
La pena o la caída.
Que no importe la muerte, sólo importa la vida.

Querida, no tengas miedo de tí misma,
Eres todo y todavía
No te conoces si quiera.
Cuando te vas dejas un hueco,
Cuando te vayas dejarás una herida.
Y se que no quieres dañarte ni dañar,
Pero al caminar siempre se deja huella,
En tí, y en los demás.

Cuando mires atrás no te avergüences,
No llores por luces ya consumidas.
Exprime todo lo que puedas los momentos, 
Vive como si no existiera la pérdida.
Allí, donde nacen las olas
Siempre hay calma sin mareas.

Cuando te escondas y sientas el miedo,
Cuando no haya calor ni huída,
Cree que siempre hay una salida.
Corre en su busca, nunca des por perdida.
No hay paz sin guerra, querida.

Y algún día, algún día,
Cuando mi piel esté marchita
Nunca será tarde, 
Nunca estaré arrepentida.


viernes, 5 de agosto de 2016

No mirar atrás.

Y ahora, que amanece tranquilo,
Te miro, te miro
Y me retiro lejos a donde no vea.
Ahora, que la luz entra, 
Yo te miro.

Y me enamoro de las caricias
Cómo me gusta ser querida.
Es tan fácil que se rompe
Que pesa tanto que me rompe.

Y cuando me río 
Rompen las aguas del mar
Adentro, donde las olas comienzan.
Ahí, donde tú sabes llegar.
Ahí, donde tú sabes mirar.

Pero tan profundo nadas
Que llegas al frío y crudeza,
A la incertidumbre, a la pobreza.
Yo, que no tengo nada que darte,
Me siento pequeña y enfurecida.
Yo, que no tengo excusas para echarte,
Me vuelvo ausente y fiera.

Sólo, sólo porque tú me quieras.
Una pena. Un adiós. Una vergüenza.

Se aclaran mis ojos al llorar,
Y aunque ven más lejos del miedo
No saben si volver a mirar.

Siempre se dice
Que no hay que mirar atrás.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Anhelante

Aun no se.
Aun no se, y me despierto anhelante.
Me pregunto en sueños quién soy
Y me despierto inherte.
Cae la luz derepente,
Y pronto, tan pronto como voy a ver,
Se desvanece.

Me gustaría no dañarte,
Pero no me conozco, 
Y no voy a conocerme.
Perdóname si no soy suficiente,
Si no soy suficientemente fuerte.
Siempre quise amar y amarme,
Pero ahora me escondo al verte.

Caigo derrotada y expectante,
Quiero que me hagan, que me lleven.
Y a su vez, yo estoy al cargo de mi vida,
Yo soy la mujer independiente.
Nada vale, nada encajará en mi mente.
Y tan, tan sóla, desconocida, ausente.