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martes, 27 de octubre de 2015

¿Adultos?

Soy una mujer digna, que no orgullosa.
Mi verdad es la verdad, y si me equivoco, rectifico.
No digo que esto ocurra con rapidez, pero cambiar una mente lleva procesos inimaginables.
Me digo liberal, por encima de todo, y me digo humana.
Soy feminista e igualitaria en oportunidades.
Comprendo en qué mundo capitalista vivimos, y aun sin compartirlo, lo comprendo, pues sin conocer, yo no critico.

Pero a la experiencia y razón me remito, a mis ojos que mienten poco, y al oido que juzga con muchos filtros.
Yo no me creo más lista que nadie, no soy lista, no lo fui y no lo busqué jamás.
No soy más inteligente que nadie, no estoy en un escalón por delante, no te pido que beses mis pies antes de mirarme pues nos considero como iguales.
Jamás hablé de política, pues de ella conozco poco más que su nombre.

Se de religión lo que te inculcan en las sociedades impregnadas de la religión cristiana, y se que esta ideología se ve tintada, en mi caso, de forma contraria.

Sólo me atrevo a hablar de conjeturas indiscretas, siempre queriendo llegar a las metas, pues en el camino conozco la lucha y la felicidad completa.
Y escribo, es un don que uso tanto como puedo, y si trasciendo, trasciendo. 
Sino, aquí sigo.

Me he peleado y he sido testigo.
Me he equivocado y en otras ocasiones, en las discusiones he vencido.
Mi afán no es ganar por ganar, pues no es una carrera.
Aprender y argumentar son los premios del futuro.
Y más allá de complicarme y molestarme por conocer finalmente que mis ideas y conjeturas son correctas, si por el contrario equivoco, más allá de la vergüenza u orgullo, me disculpo y me replanteo.

Por esta razón me duele ver que nadie cambie tras equivocarse, nadie comprende ciertas verdades, nadie tiene el valor de disculparse.

Me da pena que tan radicales y revolucionarios idealistas adolescentes pierdan la cabeza en los ideales de sus padres, de las verdades que no conocen, que no hayan parado a conocerse y encontrarse.

Me contraría esa pasión latente tan perdida en odiar y odiarse, en pelearse y romperse, porque somos más que niños hoy, y el único modo de serlo es enterarse, comprender que se puede ser adulto al saber mirarse y saber quién eres.

Pero supongo que es la edad, la que si no te has dado cuenta ya como comprendí yo antes, ya llegará el momento en el que te golpees tan fuerte con esos horizontes, que te rompas y sólo con tus propios ideales puedas reconstruirte. 
Eso es ser adulto, en mi opinión.

sábado, 24 de octubre de 2015

(Hoy no es un buen día)

Te presento a la mentirosa
A la más mezquina de las rosas,
Olvidó decir la verdad,
Y se quedó sin saber qué era.
Te presento encantada
A la que se esconde tras la fachada
La qud llora desconsolada
Detrás de todas las historias.
Te presento, sin conocerla yo si quiera
A la mentirosa que jamás se quiso
Como tu pensabas
Nunca se vio tan fuerte
Nunca estuvo tan orgullosa.
La que se peleó con todas las cosas
La que se miró siempre desconsolada
Sin saber qué buscaba
Con toda esa fachada.
La que llora siempre escribiendo
Mintiendo de nuevo con fortaleza.
Solo son sus ojos verdes
Cuando se tintan de tristeza.
La conozco repitiendose que es hermosa
Habiendo perdido la esperanza
Desde que supo que jamás sería princesa.
Se enamoró inocente de tantas cosas
Y tantas cosas hoy ya ni le decepcionan.
Se cree que ha madurado
Pero sigue acurrucada y silenciosa
Como la niña que se escondía en el armario.
Y te ha engañado, como a mi.
Has creido que se sentia a gusto
Y orgullosa.
Siempre tratando de resaltar,
No ves que era todo una excusa.
De inocente no tiene ni prosa,
No hay quien acepte que se quedó atras.
Siempre rival de verdades absurdas
Tan cegada por lo que dicen las otras.
Tam individual que ya cansada
Espantada por estar siempre tan preocipada
De gustar a los demás.
Y esa mentirosa, ojalá dijera la verdad,
Ojalá fuera como pinta,
Ojalá no se sintiera tan perdida,
Y ojalá no se sintiera tan sola.

Mia, y tengo que quererme.

Ni arrodillarse ni sublevarse.
No seré nadie, es verdad,
Pero si soy mia, y de nadie más.
Aun me resulta complicado
Mirar más allá del pasado,
Perdonar lo que debí haberme perdonado,
Y reunir el valor para olvidar todo lo que he amado.
Si no fuera tan insulsa y remitente,
Complicada y complaciente,
Sin querer, siempre tengo en mente
El no saber y querer volver a conocerte.
Y si hoy me encontrase conmigo
Migrando entre los buitres y los "amigos"
Me pasaría de largo indiferente.
El negro que hay en en fondo
Empieza a traslucir por mi palidez.
Alzada y aparente,
Resulto fría e inconcluyente.
No tengo respuestas que darte,
No me agacharé por nadie
Y maté los pájaros a golpes.
A ninguno nos gustan las guerras
Pero no puedes huir ya del continente de tu mente.
Y refugiarme tras las olas de perdón
Va y viene quererte,
Insufrible o amante,
No se levantarme el amanecer a verte
No me gusto desvestida
Ni me gusto al despertarme.
Me gusta cuando estoy en la cima
En los sueños que trae dormirme.
Voy a quererme más solitaria
El vivo ejemplo de quien no sabe cómo ser ya fuerte.
Jamás me arrodillaré o sublevaré
Jamás seré nadie, ya lo supe,
Pero soy mia, y tengo que quererme.


 

lunes, 19 de octubre de 2015

Octubre.

Azul y lánguido
El encanto de los charcos.
Llueve allí donde se cruzan
Los ojos con las mareas.
De las pestañas colgarán gotas
Sin preguntar de donde vienen
O donde irán.
Hará frio en las cuevas
Y de verde se tintará triste.
Entre el gris y el negro
De las nubes al despertarme.
En los huesos calado un frío
Que ni el miedo infunde.
De noche antes, apena
De noche después, amargo.
Como el café de las 7,
O el café de las 4.
Y acariciarte el agua helada
Y refugiarse en el calor de la mente.
Olvídame Sol, otra vez me despides,
Vuelve si te atreves, antes de lo previsto.
Denso, casi puedo tocarte
Cielo, a un salto puedo alcanzarte.
Cuídame y duerme,
Resguárdame del frio calor.
Sufrí más entre la hoguera
Porque el frío hiela el corazón.


No seré de las que siempre se recuerdan.

Y, como se que jamás seré la de los ojos
O la del pelo o el aroma,
Ni la de los labios o las piernas
La del pecho o las caderas,
Nunca seré la de la risa perfecta
O la de la belleza sin maquillar.
Nunca seré la del canon
O la de la escultura griega.
La de el cuello eterno
O la cintura de abeja.
Como se que jamás seré esa,
Soy la que no siempre se recuerda,
La que bailaba sola y desesperada,
La del pelo enredado
Los ojos siempre acuosos,
Sin seducción alguna.
La de la cara de niña
Y sin maldad ni trucos.
Jamás sabré gustar como hacen ellas,
Ni cantar, ni hablar, ni moverme de forma correcta.
Nunca seré tan perfecta
Ni tendré siempre las manos suaves
Y encajaré donde sea.
Entre los jerseys enormes y las gafas puestas
Más cómoda entre hojas que entre joyas.
Me despierto despeinada siempre
Y nunca me quedarán bien las modas.
Como nunca seré de esas,
Seré de las que no siempre se recuerdan.
Escandalosa y dispuesta,
Y si me maquillo es porque puedo
Y porque quiero,
Nunca lo hice por gustarte.
Me ves con zapatillas mugrientas
O con tacones de aguja,
Sin termino medio ni vergüenza.
No hay razones para recordarme
No seré mucho más amable o agradable,
No se gustar, sólo se gustarme.
Me emociono casi siempre
Y la cago siempre.
Nunca fui nadie con presencia,
Jamás hablé de ciencia, porque no la conozco.
De política no se, así que jamás comento.
Si te enamoras de mi elocuencia 
será sólo sobre lo que entiendo.
Y como nunca seré como ellas
Seré de las que no siempre se recuerdan.
Se donde estoy y no pido más,
Pero si eres de los que me recuerdan,
No me olvidarás jamás.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Puedes venir.

Puedes venir
Con tus promesas
Y explicaciones.
Citando letras
Que si quiera conoces.
Llenando huecos
Sin saber lo profundo 
Del sentimiento que floreces.

Puedes venir
Siendo amable y gentil
Sin decir y dejando dicho
Y hacerme preguntarme
En qué me has metido.
Y si conocieras
Los aromas del invierno,
De la lluvia y el frío
Tierno.
Si conocieras
Las palabras en cascada
Dibujadas en la ventana.
O la melodía de las hojas
Y del viento enfrascadas.

Y si, puedes venir
Y darme la mano
Y cogerte del pecho
Colgarme de tus promesas
O de tus verdades y hechos.
Darme la vida que me quitaron
O quitarme ya, todo lo que tengo.
Puedes quedarte 
Y acariciarme el pelo,
Y preguntar al cielo
Si las nubes se irán muy lejos.

Puedes venir, y puedes quedarte.

domingo, 11 de octubre de 2015

Victoriosa.

Nos hacemos mayores
Y la palabra adolescente empieza a quedarse sin sentido,
Por poco soy adulta
Y las responsabilidades ya han venido.
Y aunque muchas veces
Esta idea me entristeció,
Que no hubiera elección
O que no guiara la vida con un sentido,
Se entiende a poco, que hemos crecido.
Y he sido una niña preocupada
De todas esas tonterías que hoy se me olvidan,
De amigos o de mentiras, 
De gustar y ser querida,
De conseguir lo que esperaba
Y ser la que deseaba en la vida.
Pero hoy me planto aquí,
Con dias malos, como todos,
Aun lloro y me rompo
Y pienso que desisto,
Que no le encuentro el sentido
Y el camino se torció.
Pero hoy me planto aquí,
Sintiendome como la mujer que quise
Segura y encontrada.
Sin tener que pedir perdón 
O darle a nadie las gracias.
No me falta nada,
Y se que la vida es complicada,
No pienses que no conozco las cascadas de lágrimas,
Pero conseguí tener por seguro
Un autoestima inmejorable,
Gustar y gustarme,
Querer y quererme,
Y si eso no es ganar,
Prefiero perder y hundirme,
Se quien soy,
Es victoria suficiente.




jueves, 8 de octubre de 2015

Son Momentos.

He sonreído poco en estos meses
Entre unas cosas y otras,
Entre el blanco y la sangre
Y los fluorescentes.

He reído poco, y sólo dibujo pena,
He oido de mi
Condenas sinceras,
De gente que me quiere.

A penas queda almohada no empapada,
O zonas de la cama
En las que no me acurrucara.

A penas me miro y me gusta lo que veo,
Viste de negro,
Tengo la paz del luto.

Quien tuviera razones para ser quien escribo
Mucho luchar, soñar,
Pero soy testigo de que me hundo.

No quiero darte pena ni miedo,
Como dicen algunos,
Son "Momentos".
Monumentos a los caidos en piedra.



Esa de nuevo.

Por encima de las guerras
Que se levantan en la vida
De las mentiras y las penas
De las puñaladas y dolida,
Sería aun mi mujer perfecta
Queriendo no verme complejos
Sonriente de joven
Y con mis arrugas añeja.
Sincera y bailarina,
Atareada y luchadora,
Aun sabiendo que algo en mi implora
"Para de creerte fuerte,
Para de creerte siempre ganadora."
Igual de ilusa y esperanzada,
Por más que la esperanza dañe
Y no tenerla mate.
Diciendo que más vale
Ser egoista de vez en cuando
Amarse uno y cuidarse,
Alejarse de los problemas
No tan graves,
Enamorarse de verdades
Y soñar con realidades,
Que los sueños de Don Quijote,
Los guardamos para Rocinante.
Ten cultura y ten paciencia,
Conoce tanto como tu cabeza pueda.
Ama la vida por encima de todo
Pues soportar en los hombros el peso
De un montón de sucesos
Es hoy más tortuoso
Que levantarse y revelarse
Y negarse a ser esa de nuevo.