Dará igual

Dará igual si tú vienes o te vas

Si te quedas hasta mañana 

O si decides irte ya.

Dará igual que tú seas el siguiente

Y dará igual si me vuelves a dejar.

Dará igual porque la que quede sola

Siempre seré yo.

Te vayas tú o se vaya otro,

La que se queda sola siempre seré yo.

Y si no te gusta la que fui,

Y si tampoco te gusta la que soy

Ya no me quedan razones para creer

Que te gustará la que seré.

Y ¿por qué te tendría a ti que gustar?

Qué más dará que siempre falle,

Quizá se nota mi debilidad.

Quizá no se ser nada nuevo,

Quizá aun no se si dará igual.

Esta primavera será distinto

Ha sido demasiado corto

Porque nos hemos divertido.

Porque ojalá durase más

Porque ha sido todo tan distinto.

Ahora que comienza a florecer

Y caerán las aguas de abril.

Ahora que comienza lo bueno

Lo anterior tan sólo lo dejo ir.

Serán mis mejores años

Serán mis mejores primaveras,

Por mucho que no me gusta que llueva,

Esta vez será distinto.

Qué más puedo pedir como recompensa,

Cuanto más tienes, más deseas.

Y yo ahora lo quiero todo,

Porque he llegado a ser feliz aquí.

Siempre imaginé que sería maravilloso,

Pero esto supera mis expectativas.

Porque soy yo misma,

Porque ya casi no importa el ayer,

Porque al fin me liberé.

Anclas y tortura limitada

Nos anclamos porque somos débiles,

Porque somos infelices,

Y porque nos gusta sentirnos queridos.

Y por mucho que tiremos de esta realidad

No sirve si en realidad nada funciona.

Porque allá, donde creemos que queremos llegar

Es un horizonte, un sol que jamás vamos a tocar.

 

Y te diría que dejes de soñarlo,

Que dejes de amar lo que te hace tanto daño.

Pero dime, qué es más tortura:

¿Aprender a quererte,

O aprender a dejar de querer?

Quizá por mucho que nos sentimos enormes

Creyendo que sabemos todos nuestros límites

No entendemos que hay límites

Que somos nosotros los que los ponemos.

Se que nunca escucharás,

Ni a ti, ni a los demás, porque no quieres escuchar.

La verdad sabe ágria,

Y por eso la dejas de tomar.

Somos todos tan desgraciados de chocar

Siempre contra una misma pared.

Parece que la idea de que no chocaremos una vez más

Nos hace más felices que la idea de libertad.