Se me va la vida
Por el desagüe.
Tanto pensarte
Que ya me duele.
Me das una nostalgia, de esa
Que hace que quiera que llueva.
Y que vengas.
Que te quedes años y años
En esta cueva.
En mi cama,
Acunando mis penas
Como si fuesen ya nuestras.
Me quedaría dormida
En tu pecho desnudo.
Escuchando latir
Ese corazón que ya es mío.
A penas te escucho
Tarareándome baladas
Me recuerdas y me matas
Me atravesó el pecho una bala.
Y cómo me acaricias y me hueles el pelo,
Ya no prefiero los miles de cielos
La tierra es mía que soy su reina
Si voy contigo caminando por ella.
Y caigo.
Caigo al precipicio de enamorarme
Y todo parece nublarse
Y desaparece.
Hay veces que deseé no quererte.
Pero tanto es lo que me diste
Que sería estúpida
Si me lo quitase.
Se me van las noches
Pensándote.
Supongo que no puedo evitar
Estar esperándote.
Tengo la esperanza de volver a verte.
Creo que el destino me hiere
Siempre que reapareces.
Si yo era para ti
Por qué tanto, por qué
Por qué lloré al irte,
Por qué te odié tanto.
Si tu eras para mi
Por qué te fuiste,
Y me dejaste sangrando.
Aun así sigo, creyente
-No hay dioses ahí-
Pero tu crees.
Miramos un mismo cielo,
Allá donde estés.
Se que no es consuelo,
Se que el querer y el deber
Son lugares distintos a tu parecer.
Ya nada vale
En este mundo destilado,
E intento llevarlo bien.
Me ocupo de miles de quehaceres
Solo para dejar de pensar
Que soy yo la que está buscándote.
Ahora que vuelves
Me he ido temprano.
Me esperas en un portal lejano,
En el que no recuerdo ya
Si realmente hemos estado.
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