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sábado, 10 de enero de 2015

A mi hermana.

Llevo tanto sin ver aquella sonrisa de dientes blancos.
Llevo siglos sin abrazarte, sin decirte cuánto te echo de menos.
Llevo ya demasiado tiempo sin reirme de nuestras bromas.

Aun me arrepiento de haber dicho tantas cosas que parecieron no dolerte, pero sangraron noches de silencios entrecortados por respiración pausada y las lágrimas.

Eres tantísimo para mi, y tan sólo te veo una o dos veces al año, ¿a qué clase de tortura nos sometemos tontamente?

Debería salir y coger un tren a verte, debería llamarte todas las tardes y preguntarte todo lo que ocurre, debería apoyarte día a día sin necesidad de echarte de menos, aun a estando a kilómetros de distancia.

¿Qué amistad es esta en la que eres mia de siempre, y yo siempre fui tuya?
Eres un pedazo de mi mundo al que a penas veo, y por mucho que te diga que te quiero, sé que es un acto de fe creerlo.

Y pasan días y días entre nuestros holas y adiós.
Debería pasar mi vida a tu lado, teniendo tu corazón loco junto a mi.

Eres ya mi familia, mi hermana, mia.
Eres toda mi infancia, mis recuerdos, mis sueños y pasadas esperanzas.

Quién pudiera volver a quellas tardes solitarias de verano en las que comíamos chuches hasta hartarnos mientras leíamos revistas soñando ser adolescentes.

Quién pudiera hacerte sonreir más veces, estar junto a ti para no perdernos ningún momento.
Ser dueñas del silencio que queda anclado a nuestro recuerdo.

¿Es realmente vano el intento de mejoría?

Yo aun creo que somos mucho, que somos para siempre y desde siempre, que eres mi mejor amiga.
Siempre a mi lado en todo momento, aun flaqueando todas mis defensas, aun perdiendo todas mis batallas, tú, eras el pilar que emergía de lágrimas.
Y lo sigues siendo.

Jamás podré perderte, y jamás me perdonaré los momentos malos o perdidos entre nuestras poco frecuentes visitas.

Y no te vayas.
Se que es duro porque quizá mañana ya ni si quiera vivas en España, quizá desaparezcas y yo no pueda hacer nada.
No voy a atar ese corazón loco a mis candados y sueños.
Hay que vivir cada una lo que tiene en mente, luchar por ello.

No quiero ser una piedra en tu camino, quiero ser un puente que te ayude a cruzar avismos, como tú siempre has sido.

Me siento culpable esta noche por no habernos visto, siento no haberte contado todo lo sucedido, siento no poder decirte lo mucho que te quiero y te necesito.

Eres la única de tu clase.
Eres la persona más extraña de mi vida, y a la vez, la más perfectamente definida.
Eres mi familia, eres mucho mío, eres siempre a la que guardo un hueco en mi sincero corazón fallido.

Así que sólo quería decirte que te echo de menos, y que me he sentido necesitada de decirte hoy todo.

Y aunque no baste, se que habrás sonreido, con esa bonita sonrisa que hace meses que no veo.

Mi Lauri, mi familia, mi hermana.



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