Quiero las venas doradas
para que crean todos los que me llaman tonta
que a veces,
vivir en la inopia
te hace mucho más rico.
Pero trágicamente eso no pasará
así que escribo
para que sepan que hasta tonta
se de esta vida
como la que más.
Estoy cansado de repetirte
que soy un ser inerte,
no me dañó jamás la muerte
y aun sigo alzándome paciente
blandiendo banderas blancas
en señal hacia tus barcas
que vienen certeras
a hacerme amarlas.
Pero sé que por más que repito
no es suficiente el grito
no es suficiente el cuento.
Y aun me niego
a quedarme ciego
mientras prendes fuego
a todo lo que he tenido.
Da miedo, ¿no es así?
Soy nueva aquí.
Soy nueva siempre.
Da miedo ser real,
de carne,
hueso
y alma.
Da miedo no encajar
en el jardín
con tus otras flores
autóctonas.
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