Cuanto más dolor, más me quemo.
Cuanto más lloro, más me sumerjo.
Y me duele la piel irritada de arañarme.
No estoy loca por querer sucumbir,
Estoy cansada de no morir,
De vivir a penas.
Pues si siento, quiero sentir real.
Si me duele, que duela de verdad.
Y si me gusta sufrir es porque de sonreír ya exagero.
No quiero ser ni nubes ni viajero.
Al pájaro lo mataron o enjaulado.
Ni lo se ni quiero saberlo:
si ha muerto,
se acabaron mis sueños.
Y el "yo puedo" y "yo lo elegí"
me oxidan por dentro.
Sabe a hierro, a sangre.
En los pómulos tengo heridas de golpearme.
Si es con fuego, que me marquen.
Yo pasé por la vida y aun no se si saldré.
Dramática como siempre, que es más intenso.
Quiero el café denso y en invierno me adentro.
Yo por mi me fuerzo y aun no me he matado.
¿Qué vida es la que sólo se vive en intentos?
Si al fallar me derrumbo, me construyo.
Y si mi voz se acallara, será porque lo que vaya a decir tiene más importancia.
Y tantos que dicen basta.
Tantas excusas que siempre puse.
Hoy veo la trampa y aun así me ciega,
Quiero el premio aunque me meta en la cueva.
Se que si me libro, habrá valido la pena.
Y aunque mi fuerza siempre flaquea,
Hasta que el fango no me llegue al cuello
Yo no estaré hundida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario