Las ventanas cerradas, abiertas las puertas.
Hace viento en mi silencio y yo respiro.
Me encuentro rebuscando en mis huecos, en mis preguntas.
Y se que más allá de lo visto habrá más por ver, y me impaciento al saber que la gente con el tiempo mejora.
Querría escurrirme y perderme, sólo por un segundo. Aparecer en mar abierto y morir al atardecer.
Perdona si te asusto con mi melancolía, pero no es para ti para quien la escribo.
He nadado sin saber más que avanzar en las lágrimas que cada día se deslizan.
He entendido más palabras no dichas que las dichas, y las penas se ven entre lineas.
No soy tan triste, tan azul. No entiendes el significado, no sabes lo que lees y no sabes por qué sigues leyendo.
Pero estamos crucificados por pecados de un pasado que si quiera conocimos, escuchando las mismas cantinelas de esta sociedad marchita. Me gustan tus ideales pero me robas como todos me roban. Me robas la vida a suspiros, y de suspiros me alimento, melancólica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario