Nos meten la prisa en el alma y ¿quién suspira ahora? Si ya no da tiempo ni ha respirar.
Y nos pesan cada día más las nubes, se encapota el cielo y se me apagan los ojos, que se vuelven grises.
Unos dicen que es hermosa la melancolía con la que el cielo se cierra,
Pero yo quiero encerrarme dentro y no salir.
Me vuelvo oscura y perecedera, ya mi tiempo me cuesta, y ahora que veo venir el hielo, me refugio y encajono, me tapo y ya no dejo ver.
No quiero que me congelen más o que me rompan, me da miedo helarme cuando comienza el invierno.
Echo de menos que en mi azul esté la luz de tus caricias,
Echo de menos la calma y dejar atrás las prisas...
Pero ahora el tiempo se nos echa encima.