Quiero no aferrarme, no sufrir.
Quiero irme sin pena, sin anhelos.
Quiero irme lejos, donde siempre soñé ir.
Quiero irme de donde no quiera irme, quiero encontrarme donde parezca que me pierdo, y que haya un principio en cada fin.
Yo me creo capáz de todo, de todo menos de lo que parece hacerme más felíz.
Creo que la vida no es para aburrirse, hay que quemar el tiempo porque es el único modo de que corriendo tan rápido, nosotros creamos que lo hicimos pasar más lento.
Quiero irme de donde me quieran, de donde no me quieran y de donde puede que me querrán.
No quiero encerrarme o apresurarme, apresurar o encerrar.
Al fin y al cabo, si me voy, es porque una vez llegué hasta allí.
Ahora, que toqué la cima, no me voy a quedar a morir.
Y quiero ir a lugares remotos, escalar, volar, llorar, amar y perder.
Quiero vivir, quiero irme.
Allí donde yo desee ir.
No escapar, no huir.
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