Sentíría una pena,
quizá sin sentido,
mirando lugares en los que no he estado,
pero que creo haber vivido.
Vuelve y vuelve una imagen,
Vienen a la mente hogares
Personas y sensaciones.
Siento mi alma vieja,
Mi alma que no es mía,
Que lleva años y años vagando por estas tierras.
Cuando miro el mar enturbiado,
El sol de la tarde dorado,
Los colores de una flor marchita
O el granito de musgo cubierto.
Sentiría quizá una pena,
Pensando que mi vida no es mía,
Pensando que admiro un mundo
Que yo ya conocía.
Como si fuese otra gente
Y que estoy viviendo momentos de sus vidas.
Pasan las luces rápidas en unas vías
Y creo decirle adiós a alguien a quien quería.
Miro mis manos rojizas
Heladas con el frío de enero,
Y pienso en el miedo de una niña perdida.
Cuando toca la hierba mi piel
Y noto un cosquilleo, mi pelo se enreda
Y se llena de las flores
Que un día pude plantar en este suelo.
Sentiría quizá de esa pena,
Hace que emerja en mi el llanto
Sintiendo la necesidad de una acogida.
Y que la soledad me lo impida.
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