Datos personales

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Sobre la Sombra y la Luz.

Yo que nunca te reproché

Tus hazañas salvajes

Que de todos era sabido que eran inventos

De tu mente narcisista y machista.

Que buscaba aun el orgullo

Y la sonrisa...

Que la vida puede dejar 

Quizá creciendo la semilla, 

-Pensé-, algún día florezca.


Pero ni vueltas ni anhelos.

Yo nunca te dije lo que odiaba tus aires de bueno, esos continuos querer alabanzas,

Y no ser nada bastante.

Y no ser nadie bastante.

Porque jamás llegaste a querer.

-Si es que sabes lo que por esa palabra se entiende-.


Mírame, ahora parezco entristecida.

Cautivada por los pesares de la vida.

Yo, que nunca fui ciega a la belleza,

Que no me dejé llevar por la ira.

Ahora, ¿de qué sirvió tanta nobleza

Y tanto cariño?

Para qué querer a una imagen,

Si al mirarla lejos se entiende,

Y al acercarte y tocarla 

Se desvanece.


Yo creo que te lo mereces.

Que estamos todos cansados

Y que has ganado ya muchas veces.

Al final a ninguno nos premian

Suerte que sólo alguno enloquece.

Hubiese sido tan fácil no acabar así...

Y ahora te arrodillas ante gente que no te siente, sólo te padece.

Hubo momentos mejores, -todos lo saben-. 

Qué pena de madurez, 

Cuando la mayoría de la gente 

De ella carece.


No hay comentarios:

Publicar un comentario