Yo era una mujer que vagaba
Siempre entre incertidumbres.
Nunca me pregunté hasta dónde algo es algo
Y nada es nada.
Me miraba las manos como extrañada
De poder tener algo con lo que agarrarme.
¿Agarrarme a qué?
Si nada es nada.
Pero las causas de mi confusión al final
Acaban perdidas en las mismas preguntas.
Y acabé firmando finales
A las teorías que produje.
Ahora que tengo todo más claro,
Ahora que se que eres como eres
Nada me extraña ni sorprende,
No te agarro, no debo agarrarme.
Si nada es nada, nadie es nadie.
Y yo como para ti soy alguien
Para mi, debe ser bastante.
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